2 Agosto 2010
Las últimas semanas hemos tenido en las clínicas algunos casos en los que se habla acerca de la confesión. La creencia de mucha gente aquí es que si ellos o algún miembro de la familia está enfermo, necesitan confesar todos sus pecados. Eso suena bien, pero si vamos más profundo, esta creencia causa muchos problemas.
Primeramente, la confesión no es directamente con Dios en muchos de los casos. Al contrario se hace con los miembros de la familia, comúnmente de esposo a esposa o a la inversa. También, la confesión en muchos de los casos no está acompañada del arrepentimiento o de un verdadero cambio en el comportamiento. Por ejemplo, en una de las situaciones que hemos escuchado, un hombre vino con un problema neurológico el cual podía ser tratado, confesó que él le había sido infiel a su esposa. Sin embargo, en ningún momento expreso el deseo de arreglar su matrimonio.
Además, está creencia con frecuencia trae efectos negativos al tratamiento médico. Hace como un mes, tuvimos un caso en el que Daniel encontró a una niña de 9 años con un severo problema en la sangre (posiblemente leucemia). Un ministerio ofreció pagar los gastos que hiciera la familia con el fin de llevar a la pequeña a la ciudad para poder diagnosticarla bien y darle el mejor tratamiento. La semana pasada, nos dimos cuenta de que en lugar de llevarla al Hospital en la ciudad, optaron por la “confesión”. Después de esto, ellos pensaron que la niña estaba mejorando. Y por no tener cuidado de su hija, la familia no va a recibir más ayuda de ese ministerio. Esta es una familia de cristianos.
Otro ejemplo es en relación al cuidado obstétrico. Muchas de las veces, el esposo no deja que su esposa dé a luz en el Hospital porque si él está en otro lugar o simplemente no lo dejan entrar, no estará presente para el parto y para escuchar la confesión de su esposa. Ellos llevan a cabo la confesión, porque creen que el parto y la recuperación no serán buenos si ellas no se confiesan durante el labor de parto.
Qué es lo que dice la Biblia acerca de la confesión? “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). Para los cristianos, Jesús es quien perdona los pecados que confesamos sin embargo ello no nos da la licencia de pecar “¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. “(Romanos 6:15). Así que esta creencia acerca de la confesión no es consistente con lo que Dios dice en Santiago 5:15-16 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”
El pecado está relacionado con la enfermedad? Obviamente, puede ser así. Por ejemplo, la promiscuidad sexual acarrea diversas enfermedades sexuales entre otros problemas. El abuso del alcohol trae problemas del hígado. Pero muchas veces, la enfermedad no tiene que ver con el pecado (ver Juan 9). Dios aun puede usar la enfermedad para su gloria (Juan 9) y en su voluntad (Gálatas 4:13).
Esto es un ejemplo de una de las creencias Guatemaltecas que no es Bíblica. Por ello estamos agradecidos por aquellos que están enseñando y preparando pastores para enseñar lo que la palabra de Dios dice en casos como estos.
