10 Abril 2010
Esther Nina Pope Martínez nació el 29 de Marzo a las 06:13 después de una cesárea de emergencia. Ella tenía 27 semanas de gestación y peso menos de 1 kg. Daniel escuchó su último latido mientras estaba en sus brazos a las 08:49. Gracias a Dios sigo recuperándome después de perder mucha sangre.
A pesar de esta dura separación, Daniel y yo hemos experimentado la presencia de Dios en gran manera. En medio de ese día nosotros pudimos sentir la paz y el amor que sólo puede venir del Señor.
Nuestros hermanos y hermanas en Cristo en Guatemala, México, Estados Unidos y de muchos otros lugares y países han compartido y respondido a nuestro sufrimiento en una manera que aún yo no puedo describir. Y si tú te has enterado hasta ahora y no pudiste estar con nosotros en esta situación, no te sientas mal. Nosotros estamos bien Gracias a Dios y muchos aun siguen orando por nosotros y sabemos que tu también lo harás, Gracias
Ahora que nuestra hermosa princesita se ha ido para estar con su Rey, nosotros estamos un poco celosos y la extrañamos demasiado que no alcanzan las palabras para expresarlo. Sin embargo, sabemos que ella está gozando del amor de nuestro Creador y esperamos algún día pasar más tiempo con ella y alabar a nuestro Dios juntos, cuando el Señor así lo quiera.
Como resultado de ese día, nosotros nunca hemos estado más seguros de nuestra relación con Jesucristo y de su enorme amor para con nosotros. Y no hemos expresado la realidad de su palabra como lo podemos hacer hoy día: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” Job 1:21
Oramos que este testimonio de la bondad inagotable de Dios en medio de momentos aparentemente trágicos sea de ánimo para los creyentes y que a través de este muchos otros puedan entregar sus vidas a nuestro amado y salvador Jesucristo.
Bendito sea el Nombre del SEÑOR.
