3 Abril 2009

 

Cargar a mis lindos sobrinitos, visitar a mi familia, ver a mis amigos, enchiladas, tacos al pastor, jugo de naranja fresco, chilaquiles, pollo rostizado, quesadillas, ir al cine, comer nachos con buen queso y palomitas con mantequilla, ir de compras a las plazas, correr en el parque Tezozomoc y de la Taba, estar despierta hasta tarde por estar echando relajo con la familia, comer papas con salsa valentina...

 

Estas son algunas de mis cosas favoritas de México. Ya que desafortunadamente algunas de estas cosas no las podre encontrar en Guatemala, las podría substituir pero no tan fácilmente ya que no son lo mismo. Al cruzar la frontera de Guatemala hacia México, muchos piensan que no hay mucha diferencia, pero en verdad la hay, y muy grande, ya que México es otro mundo. Pero nos estamos adaptando a estar aquí.

 

El pasado domingo 29 de marzo, Daniel y yo, dimos  un reporte de nuestra experiencia como misioneros en Guatemala a nuestra Iglesia en México con el fin de que sepan más acerca de lo que hacemos. Fue bueno estar en casa. Bueno creo que esa es nuestra casa, o tal vez lo es Michigan, o tal vez lo es Santa Cruz del Quiché. A veces es difícil de decir porque depende del lugar en donde estemos. Pero lo que si se, es que estoy contenta de estar trabajando para el Señor junto con mi mejor amigo Daniel.

 

Mañana será un día largo, porque vamos a la ciudad para recoger a una pareja de estudiantes de medicina, los cuales estarán trabajando con nosotros por un mes, esa es una de las razones por las que hemos estado ocupados desde que llegamos de México.