29 February 2016
Durante nuestro mes aquí, hemos sido bendecidos por convivir con otros misioneros y guatemaltecos. El horario aquí es completamente diferente. Por lo general no tenemos la iglesia los domingos, sino más bien la noche del martes para un servicio de Inglés y viernes por la noche para un servicio español. También hay varias otras reuniones de oración y servicios durante la semana y servicios y reuniones en ocasiones especiales. Sábado hubo una cena especial en la Escuela Adonai para dedicar el año escolar. Ayer por la noche vimos una película cristiana en el césped: "Cuarto de Guerra."
Hoy en día nos dijo nuestro último adiós, subimos el pequeño avión para volar de regreso a la ciudad para alcanzar nuestro vuelo a la Ciudad de México, y el pequeño avión no quiso arrancar. Todavía estamos aquí en Canillá. ¡Nuestro tiempo de convivio se ha ampliado! Como se dicen, "Si usted va a ser atrapado en algún lugar, mejor podría ser atrapado con la gente le cae bien." O tal vez sólo yo digo eso, pero en nuestro caso es la verdad. Esta noche cenamos con un equipo de España, que llegó esta tarde. Dios continúa trayendo a gente maravillosa de todo el mundo aquí para ser parte de Su obra.
Esta noche, mientras yo estaba una vez más rumiando sobre cuanto más pobre seré debido al cambio de reserva de vuelos, Dios me habló a través de algunos versículos escritos en la pared del cuarto de baño donde estamos pasando la noche:
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”—1 Tesalonicenses 5:16-18.
Toda es Suyo de todos modos. Por lo menos debería ser.

